Estos días se estrena en Barcelona el musical “Los miserables”, basado sobre la obra homónima de Victor Hugo. Seguramente recordaréis el personaje de Fantine, que expresa lo que puede significar para una mujer de nuestra clase vender su cuerpo… Eso fue escrito en siglo XIX.
Pero el relato de Fantine podría ser, a finales de 2011, el de muchas mujeres en la India, Rumanía o Nigeria… que no tienen otra cosa que vender o alquilar su cuerpo para sobrevivir. El capitalismo globalizado ha amplificado, sistematizado e industrializado la explotación de la desigualdad, llevando la lógica de la “acumulación por desposesión” hasta el cuerpo de las mujeres.
En esta sociedad patriarcal, las mujeres carecemos de libertad real. No nos dejemos influenciar por la ideología neoliberal, que todo lo contamina con el poder del dinero. La honestidad consiste, ante todo, en poner esto de relieve.
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