Article de Cruz Leal Rodríguez publicat originalment a Publicoscopia (2 abril 2016).
“Parece que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona está trabajando para proteger los derechos de las mujeres que ejercen la prostitución por voluntad propia y por regular el ejercicio de la misma hasta aquel punto en el que el consistorio tenga competencias. Este hecho ha ocasionado un movimiento de reacción en contra protagonizado por cuatro alcaldesas del área metropolitana y de diversas entidades feministas, con un cierto liderazgo del Movimiento Democrático de Mujeres (MDM).
Y ha sido la pugna política la que ha provocado que el debate sobre la prostitución y las posiciones enfrentadas en torno a su regulación, salte a los medios en un intercambio de acusaciones por el uso partidista de la cuestión. Y probablemente una parte de esas acusaciones sean ciertas, pues en esto también consiste una parte del ejercicio político, tanto de la nueva como de la vieja política: en defender las propias convicciones y utilizar los medios al alcance para difundirlas, con la pretensión de conseguir una parcela de hegemonía sobre las ideas contrarias por el simple hecho de creer que las propias son mejores y más convenientes para la sociedad en su conjunto. O porque son las que uno defiende como ideario del partido al que pertenece. Es importante recordar que los partidos representan ideologías y que éstas condicionan su mirada de la realidad. Y que también este hecho les legitima a defenderlas por peregrinas que resulten. Por lo tanto, bienvenido el debate.